"La complacencia que determina los juicios del gusto es ajena a todo interés. Llamamos interés a la complacencia que lleva aparejada para nosotros la representación de la existencia de un objeto"
Las experiencias del gusto eran inmediatas y espontáneas, y no estarían relacionadas directamente con la razón, sino con el ámbito de la sensibilidad. Pero, aunque se trate de un sentido en particular o de una facultad, el gusto se caracteriza por ser universal. Y la complacencia, Kant está expresando que la complacencia, el disfrute de la percepción sensorial de algo estético no depende de nada externo o físico, porque en ese instante no se está pensando quien lo hizo, como lo hizo, cuanto tardo, cuanto gasto de donde salió, para que me sirve, entre otros, si no que solo se sumerge en la pura contemplación y el deleite que esa experiencia estética le ofrece.
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